La fuente de Lavapiés
Proyecto sobre el encuentro e integración en el espacio público
Proyecto de Ana Abad y Alfonso Jurado
La fuente de Lavapiés fue una fuente situada en la plaza de Lavapiés en Madrid. Utilizada principalmente por aguadores y muy concurrida por población desde el XVI hasta su desmantelamiento a finales del siglo XIX
Este proyecto plantea de forma análoga una intervención en el espacio público que fomente u origine un punto de convergencia, un lugar de encuentro que favorezca la interacción entre las personas. Materializada en una instalación que funciona como una masa de agua en torno a la cual se desarrolla la vida en la plaza. Se trata de un área interactiva (basada en el uso de pantallas led de suelo interactivo) que es capaz de introducir al usuario en una nueva realidad, asociándole un avatar de una persona que le seguirá como una sombra. Estos avatares cuentan una historia, interactúan con otros avatares e introducen al usuario en otra realidad, una realidad cercana pero desconocida.
Las personas
El proyecto se basa en la participación ciudadana, de principio a fin. La intervención en el espacio público tiene que involucrar a los habitantes de ese espacio. El carácter humano y social del proyecto depende de la cercanía a la realidad que trata de abordar. Por lo que los personajes de la instalación estarán basados en personas y experiencias reales. Es la gente del barrio la que habla y cuentan su historia. Esto es posible gracias a la cohesión vecinal que caracteriza al barrio y se articula en las distintas asociaciones y colectivos, y que son capaces de poner en contacto a personas voluntarias con el proyecto.
Funcionamiento
La fuente funciona como una realidad aumentada colectiva. Se superpone una capa de realidad que ocupa el entorno físico y la experiencia se convierte en algo común y compartido. La instalación apuesta por el valor de una interacción directa pero pausada, el usuario interactúa con el propio espacio intervenido, con la nueva realidad que se le presenta y con el resto de usuarios a través de los avatares que apelan finalmente al intercambio de impresiones.
fase 1
Al entrar al área interactiva al usuario se le asocia un avatar en la pantalla del suelo. Este avatar le seguirá en su recorrido como una sombra y será capaz percibir la proximidad de otro avatar. Los usuarios podrán seguir su camino interrumpiendo la conversación o detenerse para continuar.
fase 2
Al detectar otro avatar cerca, estos interactuarán entre ellos estableciendo una conversación.Si los usuarios se detienen sus avatares profundizarán en esta. En este momento el interés común de los usuarios favorecerá la cercanía y una primera interacción entre ellos.
fase 3
En una tercera fase de la interacción uno o ambos avatares contarán su historia de forma visual y apelando a la interacción directa entre ambos usuarios invitándoles a opinar y debatir sobre la experiencia.
Panel central
La instalación cuenta con un panel central que permite acceder a otros modos de uso, cambiar de personaje, interactuar solo, conocer más sobre el proyecto o historia del barrio.
Punto de convergencia
Otro objetivo del proyecto es el de mejorar la permeabilidad dentro de las plazas utilizando un elemento de interés. Se favorece el acercamiento de los usuarios que antes compartían espacio pero que ahora comparten también una experiencia. Al mismo tiempo ese elemento de interés aumenta la influencia del espacio constituyéndose así como un lugar de encuentro a un nivel macroscópico de barrio y ciudad, capaz de vertebrar los espacios públicos.